La famosa firma abrió las puertas de su exposición al mundo junto a su principal tienda en la famosa Avenida Montaigne.
La firma Christian Dior abre este lunes al público las puertas del nuevo museo dedicado a la marca y a su fundador, la mayor sala de exposiciones de moda de París, junto a su principal tienda en la famosa Avenida Montaigne, que ha sufrido una profunda renovación.
Tras la apertura en los últimos años del Museo de Yves Saint Laurent y la reapertura del Palais Galliera, el museo de la moda de París, ahora ha sido el turno de Dior, con una galería de tres plantas que recorren los inicios del modisto y la evolución de la marca hasta nuestros días.
La exhibición arranca con los orígenes de la familia de Dior (1905 – 1957), hijo de un empresario acomodado, y recupera documentos inéditos como los carteles publicitarios de la fábrica Dior, fundada en 1832, en la que se trabajaba desde el ácido sulfúrico hasta la lejía y el jabón.
Además de algunos de sus primeros bocetos, se pueden ver las fotografías junto a amigos artistas, como Jean Cocteau o Max Jacob, hasta la apertura de su taller en 1947.
TAMBIÉN REABRE SU TEMPLO
Más allá de los documentos biográficos, la Galería de Dior permite ver en primera mano las creaciones del diseñador y las que más tarde harían sus sucesores: desde un jovencísimo Yves-Saint-Laurent, pasando por Marc Bohan, Gianfranco Ferré, John Galliano, Raf Simons y la actual directora creativa, Maria Grazia Chiuri.
Además, la Galería ha reconstruido el despacho del diseñador y ha abierto por primera vez al público la sala que servía de bambalina a los desfiles de Dior, junto a la escalera en la que se presentaban las colecciones, también visible ahora.
El museo ha sido inaugurado al mismo tiempo que la principal «boutique» de la marca ha reabierto sus puertas, en el número 30 de la avenida Montaigne, que tras tres años en obras ha sido convertida en una especie de templo comercial, con obras de arte en su interior, un jardín, un restaurante y una pastelería.
La tienda, cuya remodelación ha sido obra de Peter Marino, cuenta además con una galería acristalada con los techos más altos de París, unos ocho metros de altura, con la ambición de que la visita se convierta en una experiencia y atraiga a los seguidores de la marca no solo hacia las compras sino hacia el universo recreado.