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El efectivo puede tener un alto costo de seguridad y errores en las transacciones, mientras que las tarjetas pueden sufrir fraude y otros problemas. ¿Cuál es el método más seguro?

Al finalizar el primer año de pandemia, 15 millones de peruanos utilizaban en promedio dos métodos de pago: efectivo y tarjetas de débito, en un 92% y 36% respectivamente. Sin embargo, estas cifras han evolucionado rápidamente, el uso del efectivo se redujo en un 65% y más del 60% de puntos de venta en el canal tradicional, como bodegas y mercados, empezó a aceptar pagos digitales.

Un estudio realizado por Ipsos en 2020, identificó que los peruanos utilizarían menos efectivo si es que les explicaran las medidas de seguridad para evitar fraudes, si las entidades financieras les enseñaran cómo usar los diversos métodos de pago y si más establecimientos aceptaran otros medios de pago. 

«Uno de los mayores desafíos del país es que todos seamos capaces de ingresar al sistema financiero. Hacerlo nos beneficia de diversas formas, no solo a la economía, sino a nuestro crecimiento personal y profesional», comentó Ximena Vargas, General Manager de SumUp.

Beneficios y riesgos:

El efectivo, si bien es el método de pago aceptado en todo canal comercial, tiene un costo de seguridad irrecuperable. El robo inminente, el error humano y la falsificación de billetes, son algunas de las incertidumbres más constantes. Además, la falta de cambio, ha afectado en algún momento la compra y venta de las más de 2 millones de pequeñas y medianas empresas en el país.

En ese sentido, Ximena Vargas comenta que el uso de tarjetas de débito o crédito, tienen un beneficio tanto a corto, como mediano y largo plazo:

  1. Te permite organizarte y tener mayor control sobre los ingresos y egresos. Mediante la banca móvil y aplicaciones, se puede observar la línea de crédito utilizada, obtener los estados de cuenta mensuales e incluso, crear una cuenta exclusiva para ahorrar.
  2. Las entidades bancarias cuentan con programas de beneficios y recompensas, por ejemplo, la acumulación de millas, la posibilidad de canjear puntos, el obtener acceso a salas VIP, entre otros.
  3. A mediano y largo plazo, el usuario genera un historial crediticio. Eso le permitirá obtener préstamos, ampliar sus líneas de crédito, reducir los intereses, entre otros.
  4. Existe un monto máximo de transferencias y retiros diarios, así como puedes establecer límites transaccionales al momento de realizar una compra online. Esto permitirá mantener la seguridad de los movimientos realizados. Además, de ocurrir un fraude, las tarjetas pueden ser bloqueadas en cualquier momento del día y, usualmente, el banco debe asegurar un porcentaje de lo perdido. 
  5. Muchas de ellas no tienen costo alguno: las membresías y/o comisiones mensuales suelen exonerarse de acuerdo a las compras realizadas en el mes.

Por último, la ejecutiva recomienda siempre contar con ambas opciones: el efectivo en monedas y billetes pequeños, para los gastos reducidos y espontáneos. Mientras que, las tarjetas para compras tanto en establecimientos grandes, medianos y pequeños.

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