¿Cuáles serán los protocolas a seguir? ¿Quiénes podrán viajar? Todos los detalles en la siguiente nota.
Costa Rica abrirá por completo sus fronteras aéreas el próximo 1 de noviembre con el fin de impulsar la llegada de turistas, la reactivación de la economía y la generación de empleos en medio de la pandemia de la covid-19, informó este viernes el Gobierno.
«Este anuncio se da con miras a la temporada alta que inicia a finales de noviembre y permitirá aumentar la generación de divisas y empleos. Cada turista que visita el país activa una serie de encadenamientos productivos como agricultura, pesca, comercio, transporte, guías turísticos, hotelería, restaurantes, operadores y artesanos», declaró en una conferencia de prensa el ministro de Turismo, Gustavo Segura.
Desde julio pasado Costa Rica venía abriendo poco a poco sus fronteras para vuelos procedentes de Canadá, Europa, Centroamérica y algunos estados de Estados Unidos.
Según los datos oficiales, la apertura a todos los estados de Estados Unidos, país que es el principal emisor de turistas a Costa Rica, representa para la nación centroamericana la posibilidad de recuperar al menos 80.000 empleos y generar 1.500 millones de dólares en divisas para el año 2021, es decir, 2,5 puntos del Producto Interno Bruto (PIB).
El ministro Segura reiteró su llamado a las empresas del sector turismo para que sigan adoptando de forma muy exhaustiva los protocolos de prevención, y a los turistas para que disfruten de las actividades siguiendo los protocolos sanitarios.
«La industria turística es columna vertebral del proceso de reactivación económica para que el país se recupere progresivamente de la crisis que ha provocado la pandemia. La apertura de la frontera aérea ha sido exitosa gracias al trabajo conjunto», aseguró el ministro.
Costa Rica exige a los turistas varios requisitos, entre estos una prueba negativa de covid-19 cuya muestra haya sido tomada como máximo 72 horas antes del vuelo; un seguro que cubra su estadía en una eventual cuarentena y su tratamiento médico. Antes de la pandemia Costa Rica, un país de cinco millones de habitantes, recibía unos tres millones de turistas cada año.