Los turistas llegaron a la ciudad precolombina para observar el fenómeno que se asemeja al descenso de la serpiente emplumada que llega a fertilizar la tierra.
Miles de personas disfrutaron este inicio de la primavera el descenso de Kukulcán, el fenómeno arqueológico-astronómico que se registra dos veces al año en la alfarda norte del Castillo de la zona arqueológica de Chichén Itzá, ubicada en el suroriental estado mexicano de Yucatán.
Los visitantes de Europa, Asia, Estados Unidos, Canadá y varios países de Latinoamérica llegan a la ciudad precolombina para observar el fenómeno que asemeja el descenso de la serpiente emplumada que llega para fertilizar la tierra de los mayas.
Gracias a los potentes rayos de Kin, el dios Sol de los mayas, los turistas disfrutaron la llegada de la Serpiente Emplumada que se formó con siete triángulos Isósceles que asemejan el cuerpo de Kukulcán.
Turistas de India, Japón, Austria, México y España contaron a EFE que pagaron “mucho dinero” para llegar a la ciudad sagrada de los mayas.
Aunque no dieron a conocer cifras, algunos coincidieron en que se gastaron los ahorros de su vida, pero aseguran que valió la pena porque se llenaron de energía y sintieron la magia de Chichén Itzá, aseguraron.
Otros precisaron que aprovecharon para conocer otros sitios de la península de Yucatán, como la Riviera Maya.
El fenómeno, descubierto hace 60 años por el custodio Arcadio Salazar y registrado en 1971 por el investigador francés Jean Jacques Rivard en un artículo denominado “Una hierofanía en Chichén Itzá”, también marca el inicio de la primavera que se registró exactamente a las 15.23 de este 20 de marzo.